Cómo defenderte de quien te ofende (2024)

• Comunicación

Muchas personas no se defienden porque no saben. Sienten que se les falta el respeto pero desconocen cómo poner límites y defenderse con seguridad y habilidad. No saber defenderse lleva a sentir baja autoestima, ya que la persona termina sintiéndose merecedora de ese trato. Otras personas piensan que si se defendieran podrían correr el riesgo de alejar de sus vidas a los ofensores, piensan que podría poner la relación en peligro y prefieren no arriesgar. La baja autoestima, la timidez, las carencias en la capacidad para relacionarse socialmente y la dependencia emocional suelen ser los motivos de estos comportamientos.

Nadie merece ser tratado de forma irrespetuosa, pero somos nosotros los únicos que podemos poner fin a este tipo de actuaciones. Si eres de los que sufren este tipo de comentarios y te ves sin recursos, la comunicación es tu mejor arma. Puedes contestar con alguno de los siguientes consejos:

1. Ignora con la palabra y con los gestos. Ignorar es la mejor manera de no dar valor al comentario. Ni pidas una explicación, ni te enojes, ni mires con ojos ofendidos. Simplemente ignora. Muchas de las provocaciones buscan que reacciones. No hacerlo es la mejor respuesta.
2. No razones, ni te justifiques, ni te muestres dolido. Decir un simple “anda, vaya, pues igual” es suficiente. Imagina un comentario con humillante del tipo “¿y para esto has estado todo el fin de semana trabajando?”. Si contestas con un “anda, no lo había pensado”. Además de quedar absurdo y descolocar a quien critica, te permite coger control.
3. Frivoliza y desvía el tema. Ante la situación anterior, mismo comentario, también podrías contestar. “Gracias, sí, pasé una mañana genial paseando con los niños por el parque, ¿y tu fin de semana?”. Date cuenta que en estas situaciones mandas tú. No te dejas ofender y eso te da poder. También puedes contestar a un comentario impertinente con un refrán gracioso que no tenga nada que ver con el tema: “es cierto, y una golondrina no hace verano”.
4. Pregúntale si se siente mejor. “Cuando haces este tipo de comentarios, ¿te sientes bien?”. Algunas personas agresivas buscan dañar y minusvalorar al otro, pero saben que eso está mal. Hacerles esa reflexión hará que recapaciten sobre sus expresiones. Haz la pregunta con un tono de voz conversacional, como si no estuvieras ofendido.
5. Haz referencia a una frivolidad del lenguaje. “Me encanta tu riqueza de vocabulario”. Esto es una forma de cortar por lo sano y hacer un “zasca” en toda la boca.
6. Pide que reformule su comentario. Si te hicieran un comentario del tipo “tu trabajo es ridículo”. Mantén la calma, la sonrisa, y muestra tu madurez, que a la vez indicará la carencia de la suya: “Define por favor que significa que mi trabajo es ridículo”.
7. Verifica. “Imagino que tu comentario de que soy imbécil se refiere a que no compartes mi forma de llevar este tema”. Es otra manera de mostrar madurez frente a la infantilidad y carencia de habilidades sociales y de comunicación de quien trata de ofenderte.
8. Di que te sientes ofendido y pide una disculpa. Si crees que vale la pena, la persona o el momento, dile algo así como “lo que has dicho es ofensivo y quiero que te disculpes”.
9. Sé sincero y expresa las consecuencias de que la persona siga ofendiendo. “Cuando hablas de esta manera boicoteas la comunicación”.
10. Si nada de lo anterior funciona, pon límites. “Con tu forma de expresarte y de hacer crítica no estoy dispuesto a seguir con esta reunión”. Y abandona físicamente el lugar de la reunión.

Con estos consejos sí que puedes presumir del refrán “no ofende quien quiere sino quien puede”. Que no puedan contigo.

Texto:Patricia Ramírez
Imagen:Adrián Ríos