En un giro impactante de los acontecimientos, la cantante de R&B Cassie, quien alguna vez estuvo bajo el sello de Sean Combs, ha presentado una demanda federal contra el productor y magnate de la música. En esta demanda, Cassie, cuyo nombre real es Casandra Ventura, acusa a Combs, conocido como Puff Daddy o Diddy, de abuso físico continuo durante aproximadamente una década, incluyendo violación.
Un Oscuro Patrón de Control y Abuso
Según la demanda presentada en el Tribunal de Distrito Federal de Manhattan, la relación entre Cassie y Combs comenzó en 2005, cuando ella tenía 19 años. Desde entonces, Combs supuestamente inició un patrón de control y abuso, que incluía el suministro de drogas, golpizas y obligarla a tener relaciones sexuales con prostitutos masculinos mientras él grababa los encuentros.
La demanda detalla que en 2018, al final de su relación, Combs habría irrumpido en la casa de Cassie y la habría violado. Después de años de silencio, Cassie ha decidido romper su silencio para contar su historia y abogar por otras mujeres que enfrentan violencia y abuso en sus relaciones.
Respuestas Contrapuestas
En respuesta a estas acusaciones, el abogado de Combs, Ben Brafman, niega vehementemente las alegaciones, calificándolas de ofensivas y escandalosas. Brafman afirma que Cassie ha estado exigiendo persistentemente $30 millones durante los últimos seis meses, amenazando con escribir un libro perjudicial sobre su relación, una propuesta que fue rechazada categóricamente como chantaje.
Por otro lado, el abogado de Cassie, Douglas Wigdor, revela que antes de presentar la demanda, Combs ofreció a Cassie una suma de ocho cifras para silenciarla, un intento que fue rechazado. La batalla legal se presenta como la última en una serie de demandas por agresión sexual contra prominentes figuras de la industria musical.
El Lado Oscuro de un Icono Musical
A pesar de la prominencia de Sean Combs en la escena musical, la demanda pinta un retrato oscuro de un individuo violento y controlador. Más allá de las agresiones físicas, Cassie afirma que Combs le pidió que llevara su pistola en su bolso y sugiere que él estuvo involucrado en la explosión del automóvil de un pretendiente rival.
Además, la demanda sostiene que personas asociadas con Combs colaboraron para controlar a Cassie, amenazándola con represalias si no obedecía sus órdenes o ayudando a ocultar su comportamiento. La demanda, que nombra a Combs y a varias de sus compañías asociadas como demandados, busca daños no especificados.
El Estilo de Vida Jet-Set y la Pesadilla de Cassie
La demanda detalla cómo Cassie, después de unirse al sello Bad Boy de Combs en 2006, fue arrastrada al estilo de vida jet-set del magnate. Sin embargo, según la demanda, la libertad pronto se convirtió en control, con Combs pagando por su automóvil, apartamentos y ropa, y teniendo acceso a sus expedientes médicos personales.
La demanda revela que Combs suministraba a Cassie "abundantes cantidades de drogas", incluyendo éxtasis y ketamina, y la instaba a consumirlas. Los episodios violentos, con golpizas "múltiples veces al año", eran una trágica constante. Cassie nunca denunció a la policía por temor a represalias.
'Freak Offs' y la Esclavitud Sexual
La demanda alcanza niveles más escalofriantes al describir cómo Combs coerció a Cassie a participar en encuentros sexuales con una sucesión de prostitutos masculinos, mientras él observaba, se masturbaba y grababa videos. Estos eventos, denominados "freak offs", involucraban disfraces y tenían lugar en hoteles de lujo en todo Estados Unidos y en las residencias de Combs.
Según la demanda, Cassie era suministrada con drogas en estos encuentros para "desvincularse" durante las experiencias horribles. A pesar de sus intentos de borrar los videos de su teléfono, Combs le advertía que aún tenía acceso a ellos, incluso haciéndola ver un video que ella pensaba que había eliminado.
Conclusión: Rompiendo el Silencio
La demanda de Cassie no solo revela un oscuro capítulo en la vida de una celebridad musical, sino que también destaca la importancia de la Ley de Sobrevivientes Adultos de Nueva York, que permite presentar demandas civiles por abuso sexual después de que haya expirado el plazo de prescripción. Cassie, al hablar sobre su trauma, espera no solo encontrar justicia personal, sino también dar voz a otras víctimas antes de que venza la ventana legal.
En resumen, estas revelaciones sacuden los cimientos de la industria musical y plantean preguntas inquietantes sobre el precio del estrellato y el abuso de poder.