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Empecemos por el principio... cuando os recibimos en la joyería y nos contáis, que estáis buscando un solitario, ya sabemos que se trata de una ocasión especial.
Lo habitual es que estéis algo perdidos y sin una idea concreta. Se trata de una joya con un gran simbolismo y tiene muchas connotaciones, queréis acertar y no os falta razón, porque hay un ¡¡antes y un después al anillo solitario!!
¿Qué es un anillo solitario? ¿Qué significado tiene?
Un anillo solitario, es un aro de metal noble, generalmente oro, con una piedra preciosa como elemento principal. Ni más ni menos.
Lo más habitual, es que la piedra escogida sea el diamante, y ¡¡tiene una razón de ser!! La palabra diamante viene del griego y significa "el invencible", "irrompible". El diamante simboliza la pureza y fortaleza. Nos parece acertadísimo y le da a la pieza un significado precioso. Pero no siempre ha sido así, deja que te contemos su historia...
¿Es una moda o se ha regalado siempre?
El anillo solitario es una joya elegante y sóbria que tiene una historia curiosa.
Cuentan los libros que el archiduque Maximiliano I de Austria, no tuvo dudas cuando escogió su anillo de pedida para María de Borgoña. Era a finales del siglo XV y en la época, las damas y los caballeros usaban maravillosos zafiros y rubíes. Maximiliano sin embargo, escogió para el anillo de su amada otra piedra preciosa: el diamante.
Fue una elección inusual y extravagante. La dureza del diamante complicaba mucho el tallado. Sin embargo, consiguieron hace una joya maravillosa para la época y que sorprende por el trabajo de corte y engastado.
El aro era de oro y el motivo central, una letra M, inicial de la novia, hecha con diamantes.
Así daba comienzo una romántica costumbre que ha pasado por épocas de auge y de declive, pero que ha permanecido en el tiempo. La consolidación definitiva llegó en 1974, con la campaña de la firma de diamantes De Beers:
"Un diamante es para siempre" ¿quién no recuerda este eslogan?
Posteriormente, la firma Tiffany, fue la que introdujo una montura sencilla para engarzar el diamante. Fue creada en 1886 y tenía 6 garritas ligeras, que permitían al diamante lucir como nunca.
En Marfil os ofrecemos todas las posibilidades que hayas imaginado, y si no la tenemos, ¡¡la haremos para ti!!
Solitario Marfil
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Cómo escoger el anillo solitario adecuado...
Date un tiempo para pensar bien en el anillo que quieres regalar, ten en cuenta aspectos como el estilo de tu pareja, el tipo de mano, el tono de oro que más le gusta, la piedra preciosa que quieras regalar, si lo llevará a diario ó no...
Una vez tengas claras esas primeras cuestiones, plantéate el aspecto económico. No es muy elegante hablar de esto, pero es importante. Cuando hablamos de un anillo solitario, el precio es muy sensible al tamaño y calidad de la piedra escogida. Ese "un poquito más grande" puede traducirse en un buen salto.
No te preocupes, en Marfil tenemos opciones para todos los presupuestos, ven y déjate aconsejar. Los modelos de solitario más habituales, los podemos montar con distintos tamaños de diamante. Seguro que encontramos el que necesitas.
Si buscas un anillo solitario personalizado, nuestro equipo de diseño te ayudará a hacerlo realidad. Hay veces que queréis que la joya refleje algo muy personal, muy vuestro, y pondremos todo nuestro cariño y saber hacer en conseguir transmitirlo en una joya única.
Solitario a la carta de Marfil Joyeros
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¿Diamante ó piedra de color?
Esta es una buena pregunta, en la mayoría de ocasiones la piedra preciosa elegida es el diamante, es un clásico, es atemporal y ya os hemos contado la historia tan bonita que tiene… sin embargo, cada vez más, estamos haciendo solitarios con piedra color.
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Una bonita esmeralda, un zafiro de intenso tono azul ó un maravilloso rubí "sangre de pichón" son opciones que no debes descartar. Si quieres salir de lo convencional, plantéate regalar un solitario diferente.
¿En qué dedo se lleva el anillo solitario?
Esta cuestión puede parecerte cursi, pero a nosotros ¡¡nos encanta!!
Según marca la tradición, se debe colocar en el dedo anular, pero ¿sabes por qué?
La cultura romana hacía alusión a una vena que unía el corazón, el músculo que bombea la sangre, con el dedo anular. Le llamaron "la vena del amor", por lo que el anular se considera el lugar más apropiado para llevar el anillo solitario. Además, entre la mano izquierda y derecha, la tradición se decanta por la izquierda debido a su mayor proximidad al corazón.
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